Isabel, había tomado la decisión de terminar con su vida. Había sacado del viejo armario el revolver de su padre, ex-policía, ya fallecido.
Todo, según ella le había salido mal en su vida: una infancia de violencia familiar y abusos de su padre y de su primo. Su madre, un día desapareció de la casa y nunca mas se supo de ella. La escuela primaria, un calvario de oscuros rincones y castigos corporales, por parte de las monjas. De la adolescencia le quedaba un lindo beso robado en un baile de alguien que nunca más vio.
Todo, siempre mal.
Su primer marido se fue con su mejor amiga. El segundo, resulto gay y se fue con su primo, el que la había violado de chica. Calamitoso,se repitió varias veces y no esperó más. Cargó el revolver con las viejas balas mientras se miraba al espejo. Se dio lástima. Colocó el cañón sobre su sien derecha y apretó el gatillo.
Todo según lo programado. Mientras se desvanecía su conciencia, se dijo..."al fin, una bien".
sábado, 12 de abril de 2008
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21 comentarios:
Uy Diego...algo que le resulto.
Doloroso relato...
En algun momento pense que el arma tambien fallaria...
Saludos
Yo como mi vida en 20 kg, pensé que el arma también fallaría...
Lástima...
Abrazos
Pues menos mal que el arma no falló y la dejó tetrapléjica en una ahbitación sin ventana, cuidada por su primo y su segundo marido gay.
Gracias por salvarla.
Yo creo que para materse siempre hay tiempo.
Pero no la juzgo, pobre.
Hizo bien, qué coño. Estaba claro que lo suyo era matarse.
Un saludo.
..o mal..según se mire..
Un beso Diego
Lía
Por cierto Diego, las ovejitas negras ya no existen. Te lo digo por el enlace.
Mil besos
fíajte que a mí me parece un relato muy divertido de tan patética que es la vida de la mujer!!
bicos,
aldabra
No me extraña que lo hiciera ¡pobrecita!, menos mal que tuvo suerte en la última.
No me volveré a quejar más, nunca, bueno, hasta que se me olvide lo que acabo de leer.
Un abrazo.
Morir es fácil...lo difícil es vivir.
Un abrazo
Regina
Si es que, a fin de cuentas, eso es lo único que podemos controlar. Queramos o no.
...20 kg: Ante tanta mala pata, el tiro final le salió.
Sommer: Gracias por haber pasado por el diván. Y, estaba todo dado para que fallara.
Bea: Jajaja...que final de viernes de terror.
Arcángel: Seguro, hay muchas muertes, antes de la muerte física.
Hombre de barro: Fue su último acto noble.
Lia: Gracias por pasar por el diván, y ya modifiqué el link.
Aldabra: Correcto, mientras lo escribía, pensaba...esto, de tan sórdido, es divertido.
Irene: Nuestras cuentas, a veces, son infinitamente menores que la de muchos otros seres que andan por la vida, y nuestras quejas infinitamente mayores.
Regina: creo que allí está la moraleja del relato. Gracias por pasar por el diván.
Fernando Alcalá: Si fernando, es nuestro único acto propio. Cuanto valor tiene y cuanto compromiso encierra.
Mil abrazos por haber pasado por el Diván.
Diego.
Más le hubiera valido disparar contra el cojín, y salir a la calle a ver que la vida es algo más que tener o no tener un hombre a tu lado.
Duro, seco, como debe de ser una muerte.
Ahora entiendo lo del revolver en manos de una dama.
Nut.
gracias a Dios se mato..., que "porqueria" de vida la de la pobre...Y al final algo le salio bien.
Hay tragedias que no se dejan ver... Y todo dormirá con ella para no despertar al hallazgo de un nuevo dolor.
La tragedia vista desde la ironía es, sin duda, una mezcla explosiva.
benjuí: muchas veces, optamos por la solución más rápida, que no es la más aceptable.
two: la muerte se escapa de nuestro entendimiento, pero el acto es respetable.
haldar: aunque sea frente a la muerte, no creo que sea bueno olvidar el medio vaso lleno.
Sirena: si, una mezcla explosiva, ¿cuál habrá sido el detonante para tomar la decisión final?
Gracias a todos por haber recalado un ratito por el diván, abrazos.
Jajajajj
me recordo a la suicida de la pelicula DELICATESSEN.
Lo bien que hizo.. menos mal que la pistola cumplió su cometido... ya me la veía penando con un ojo vacío
saludos
Tragedia.
Esta señora debe haber sido pariente de Horacio Quiroga.
Que bueno que tuvo esa fracción de segundo par disfrutar de lo único que le salió verdaderamente bien en su vida. Igual, es una felicidad ilusoria, ya el día que nació se sabía que la muerte le iba a llegar. No lo vió, como a sus maridos o a su primo gay.
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