sábado, 5 de junio de 2010

...Qué la mantenía viva?

...Qué la mantenía viva? No lo sabía. Intentó pensar alguna respuesta y no la tuvo en forma instantánea, como le pasaba antes, cuando era joven. Ahora las cosas pasaban cuando querían ellas...no las podías controlar, se le escapaba de las manos agrietadas por el tiempo el fino hilo de seda para sus delicados bordados. Estaba vieja y sola. Ni lo uno ni lo otro la preocupaba. Solamente, el no poder tener una respuesta ajustada a la realidad que tenía que vivir. El ayer se borraba, día a día, y ella nada podía hacer. El viejo libro de recetas estaba sobre la mesa de cocina y no sabía para que le servía. Las hojas se le presentaban como papiros milenarios, casi sin marcas de las letras de otro tiempo. Lo único que resaltaba era una que otra mancha de tuco ó alguna otra salsa, de las preparaciones que hicieron las delicias de sus patrones del pasado.
No quedaba el ayer florido, para recontar recuerdos. El futuro era un impacto de luz ...breve, opaco...sin sentido. Y el presente, navegaba en la tempestad, sin puerto seguro donde recalar.
La brisa húmeda del otoño porteño, entró por la ventanita del cuarto del geriátrico donde había sido depositada por el último familiar vivo que le quedaba. Un aroma a torta salida del horno invadió la habitación. Voces, risas y música llegaban desde donde vaya uno a saber. La brisa movió las cortinas, pero nadie cerró la ventana. Quedó en el viejo sillón de azul terciopelo gastado, sin saber por qué se le escapaba otra vez el fino hilo de seda desde sus agrietados dedos. Nunca terminó de bordar las iniciales que no sabía, en el que nunca sería su pañuelo de mano.Se fué, sin saber , por qué se iba.

martes, 2 de febrero de 2010

Bicentenaria

Bajo el alero del zaguán, Brenda desteje el viejo tejido invernal. Atrapada por los recuerdos, transita por veredas y patios repletos de anhelos y de futuros no nacidos. Victoriosa la patria se abre al impacto de las batallas y de los bailes de salón…donde las promesas, las que logran tomar cuerpo, lo hacen muertas, ó discapacitadas. Promesas y esperanzas que se irán sumando para dar de comer a los muertos que vendrán al encuentro de caminos polvorientos, viejos ranchos en medio de la nada., paradas de carretas con hombres indómitos buscando mujeres dispuestas…
Brenda, desteje el viejo tejido invernal…ella siempre dispuesta, siempre allí, siempre…esperando la última ronda de fusileros y el primer avemaría en la capilla. Brenda, siempre tibia y solícita, jugando a los gestos del dueño de ocasión, siempre entera y fragmentada al mismo tiempo.
Brenda, ya no se abra el impacto de las batallas y a los bailes de salón…hoy , la vieja Brenda, juega el juego del final de los tiempos…bicentenaria…colgada del retablo arruinado de miles de promesas que no llegaron a ser.

martes, 27 de enero de 2009

Beso salvaje

Parece mentira…
que nuevamente vuelva
a mirarme en tus ojos,
que niegan el tiempo
y el perfume etéreo
del primer beso salvaje
en que dejé el alma
y me llevé tu escote.

Cuero agrietado

Cada parte del poniente
rompe en sangre sobre mí.
Me agota la última lágrima
que no termina de salir.

Será la velada sombra,
la que se niega a morir?
Cuando buscando un abrazo,
recuerdo solo que perdí.

Es de cuero agrietado
La esperanza que me lleva.
Seco, sin brillo, curtido,
Sin estrellas y con gleba.

domingo, 28 de diciembre de 2008

martes, 23 de septiembre de 2008

Siempre estaré

Nunca me fui, siempre estuve.
En el vuelo, sin sentido,del plumón de una gaviota que lo perdió en la aleteada.
Nunca me fui, siempre estuve.
Amparado bajo el viejo farol de la esquina, metido en la endija que dejan las baldosas flojas.
Nunca me fui, siempre estuve.
En el brillo de tu sonrisa cómplice, y en las semillas del melón recién calado.
Nunca me fui...siempre estaré.