martes, 12 de agosto de 2008

¿A quién podría molestar?

Bernabé estaba con una gran energía para seguir escribiendo. Después que su cuento breve había pasado la selección del concurso de la Revista Clarión, Bernabé creyó entender que estaba en camino a ser escritor. El cuento salió de la anécdota que le habían contado sobre un viajante, que habiendo llegado al pueblo enamora a Luisa Fonseca, hija del boticario. En los ochenta renglones que dura el cuento, narra las aventuras de la pareja y las persecuciones del padre para cortar esa relación. El final de la historia real es… de los que llamaríamos… feliz. Se casan, tienen hijos y la familia de Luisa termina aceptando al viajante. Bernabé, prefirió cambiar el final y le dio una resolución trágica: el viajante es asesinado por el boticario de dos tiros de escopeta en el pecho y Luisa, destruida, se mata cortándose las venas de su brazo izquierdo con un cuchillo de campamento que le había regalado el viajante. La escopeta y el cuchillo, como testigos de aquella tragedia se colocaron en una vitrina, en la entrada de la Intendencia. Bernabé pensó en aquello como un mensaje ante la incomprensión, la intolerancia y el no aceptar el verdadero amor. Los amantes de Verona, pero en una versión pueblerina.
Bernabé había torcido el recorrido de la historia real para que tuviera, según él, más impacto y movilizara al debate. La imaginación de Bernabé volaba. Pensar el final de aquel cuento le llevo su tiempo y hasta tuvo sus dudas. Aquella gente había existido en el pueblo hacia finales del 1800, no estaba seguro que hubiera descendientes vivos de esa pareja en la actualidad, pero...lo que el proponía era una ficción, una recreación, un juego de la ilusión , ¿A quién podría molestar?
Luego de un par de semanas la noticia se extendió en el pueblo…la Revista Clarión había premiado a Bernabé por su cuento y además del dinero del premio, la revista lo publicaba completo.
Amigos, familiares y las autoridades locales se habían comunicado con él para felicitarlo. Era su mejor momento. Los siguientes 6 días fueron maravillosos y llenos de gratas sorpresas. Un verdadero final feliz.
La noche del séptimo día, mientras estaba en su casa el timbre de calle sonó. Otro regalo y más felicitaciones… se dijo alegrándose por el éxito. Abrió la puerta y frente a sí se encontró con un hombre joven, muy demacrado y con el cabello revuelto. Antes de mediar palabra…el joven abrió su saco, le señaló dos grandes manchas rojas sobre su pecho, se veían húmedas. De la nada sacó una escopeta de dos caños y disparó sobre Bernabé toda su carga. Mientras disparaba, con llanto en los ojos gritó…”arruinaste mi vida y mi felicidad cambiado el final de la historia”. Bernabé cayó fulminado al piso. El joven había desaparecido.
A la mañana siguiente el titular de primera plana del diario local daba la noticia de la inesperada muerte de Bernabé. El forense declaró que la muerte fue por causas naturales. Lo llamativo era un gesto de sorpresa y horror que había desfigurado el rostro.
En pequeño recuadro también daba cuenta del robo en la biblioteca pública, sección museo local, de una colección privada de armas. En el robo, dijo la policía, solamente se llevaron una escopeta de caza, de dos caños y un par de cartuchos. La nota recordaba que en el predio de la actual biblioteca funcionó a principio del 900 la antigua Intendencia Municipal.